Teniendo la protección de una cobertura médica en el país donde se vive, ¿cómo no tener una cobertura similar cuando se viaja al exterior? Los imprevistos ocurren en cualquier lugar del mundo y no piden permiso para aparecer en una hora determinada! Una reacción alérgica, una caída, una fiebre repentina, un malestar estomacal, un dolor de muelas o cualquier otro imprevisto puede ocurrir estando en casa o en otro país, y si sucede en el exterior, puede llegar a arruinar el viaje si no se tiene una cobertura, porque la atención médica es carísima!

Además, muchos países ya requieren obligatoriamente que los viajeros que ingresen a sus territorios tengan consigo una asistencia al viajero internacional para garantizarles atención médica en caso de necesidad por un imprevisto. Al firmarse el Tratado de Schengen entre la mayoría de los países europeos, se ha estipulado que quienes ingresen a sus territorios desde países que no están en dicho Tratado, deberán poseer el seguro médico internacional. Asimismo, países como Cuba, Rusia, Nueva Zelanda y China también lo exigen.

Si ya la consulta médica simple en el exterior es cara, exámenes de laboratorio o radiológicos son más caros aún, y mejor ni pensar en una internación o cirugía!

A pesar de ser bueno pensar que nada ocurrirá y embarcar con la mente en positivo, nada mejor que estar prevenido y llevar una asistencia al viajero internacional que podrá cuidar la salud de quien viaja en tiempo integral.

Si su viaje es por negocios o debe estudiar en otro país, si su viaje es una fantástica luna de miel o unas vacaciones largamente planeadas, la protección a su salud debe viajar consigo, sin importar su destino de viaje o cuánto tiempo permanecerá en el exterior.